ACNÉ Y ROSÁCEA
El tratamiento para acné y rosácea busca mejorar la apariencia de la piel, controlar los brotes, reducir la inflamación y restaurar el equilibrio cutáneo. A través de productos especializados, limpiezas profundas, peelings suaves, tecnología láser o luz pulsada, se logra disminuir granos, puntos negros, rojeces, vasos visibles y la sensibilidad de la piel.

Indicaciones
Según el diagnóstico, se elige un protocolo personalizado. En casos de acné, se suelen realizar limpiezas faciales profundas, exfoliaciones químicas suaves o tratamientos con luz azul para reducir bacterias. Para la rosácea, se priorizan técnicas calmantes como luz pulsada intensa (IPL), masajes descongestivos, productos específicos para piel sensible y control del enrojecimiento. Cada sesión dura entre 30 y 60 minutos, es indolora y no invasiva.El procedimiento generalmente es bien tolerado por los pacientes, y no se han reportado secuelas del mismo, excepto por un leve eritema que se presenta en los siguientes 2 a 3 días, el paciente generalmente retorna a sus actividades cotidianas al día siguiente del tratamiento.
Recomendaciones postprocedimiento:
-No exponerse al sol durante 48 a 72 horas. Usa protector solar todos los días, incluso si está nublado.. -Evita el uso de maquillaje o productos con alcohol, retinol o ácidos en las primeras 24 a 48 horas.. -Mantén la piel hidratada con productos recomendados por tu especialista.. -No manipules los brotes ni frotes la piel.. -Evita el calor intenso (baños calientes, sauna) por 24 horas.. -Sigue tu rutina de cuidado facial con disciplina para mantener los resultados.